Seguramente estés haciendo alguna de las cosas que he enunciado en la imagen de portada.
Si es algo que te ocurre, te invito a trabajar para colocar la voz; utilizar la respiración abdominal o diafragmática; cuidar tu postura; proyectar la voz; beber agua cada poco rato para hidratar las cuerdas vocales y calentar la voz (en mi canal de YouTube tienes un vídeo para calentar con un corcho).
Puedes aprender conmigo o con cualquier profesional.
Si ya tienes un problema persistente de disfonía (pierdes parte de tu voz), afonía (te quedas sin voz), o si tu voz cambia de forma permanente y suena de una forma característica, como si “rascase” (en este caso es posible que tengas nódulos o principio de nódulos en las cuerdas vocales), acude a un foniatra.