Me han hecho la siguiente pregunta:

¿Qué me aporta, a nivel personal, la comunicación?

Es muy interesante, porque me hace pensar que, en ocasiones, se asocia la comunicación con el hablar en público ante un auditorio numeroso.

Comunicar, es mucho más que hablar en público.

Hablar en público no es solo hablar en escenario o estrado.

La comunicación es la expresión de la persona.

Es el medio que permite que haya unión entre seres e incluso unión de la propia persona hacia sí misma.

En primer lugar, la comunicación hacia nosotros mismos, la forma en que nos hablamos mentalmente, la forma en la que nos definimos ante los demás y la manera en la que nos comunicamos con otros, marca las relaciones y nuestros actos. Establece las bases de respeto o falta de él, de empatía, de comprensión y aceptación.

Por otro lado, cuando existe dificultad para comunicarme con otros, seguramente la hay para comunicarme conmigo mismo.

Es probable que mi asertividad y autoestima puedan mejorarse.

Porque permitir este estorbo, esta dificultad, puede impedir que consiga expresar mis necesidades en momentos importantes y puede hacer que afronte como un problema situaciones vitales para mí: hacer una entrevista de trabajo; defender a un cliente; hacer un examen en una oposición; grabar vídeos; dar clases, presenciales u online; conceder entrevistas para expandir mi negocio… En fin, multitud de situaciones que pueden darse en mi día a día.

Y sentir que eso es un problema para mí, que me estresa y preocupa, me restará a su vez más confianza.

Comunicar es un acto vital e inherente al ser humano.

No dejes de hacerlo ni permitas que salvables dificultades se interpongan y eviten que disfrutes del proceso.

Comunicamos no solo con nuestras palabras, sino con nuestros actos, con nuestro trabajo, con nuestros gestos, con nuestro arte, con nuestros silencios…

Comunicar en compartirte.

Para mí es un placer compartirme contigo.